lunes, 7 de mayo de 2012

Esa Frase Tan Trillada...




Y sin embargo tan cierta como que estoy escribiendo ahora mismo. “La realidad supera la ficción”. A cuadros me he quedado escuchando la sentencia condenatoria a una mujer de Barcelona, que había matado a su compañera de trabajo, había simulado un asesinato sexual, introduciéndole semen de dos gigolós que había contratado, todo con el objetivo de cobrar su seguro de vida.



Hasta la sentencia he evitado hacer un juicio sobre el caso, aunque la cara de la mujer en las imágenes televisivas (perdonadme la expresión) pero lo decía todo. Era una cara… no sé cómo decir… de bruja, pero de bruja letal. Aunque quizás efectivamente, ya había emitido mi intrínseco veredicto. Pero al escuchar la sentencia he constatado la mítica frase.




¿Cuántas películas habremos visto sobre este tema? Muchísimas… pero claro, en esos momentos sólo estamos pasando un rato entretenido con una historia de ficción. Ahora bien, si mientras vemos la película pensáramos que la vecina o vecino de al lado ha podido cometer semejante crimen… Brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr… sólo de pensarlo, me dan escalofríos.



Pero mi reflexión va más allá… Cómo es posible tamaña maldad, sobre todo entre gente sencilla, trabajadora, entre iguales… Porque a fin de cuentas la gente corriente somos, con nuestros más y nuestros menos, muy parecidos. Sobre todo porque vivimos casi, casi la misma realidad cotidiana, porque estamos en el mismo barco. Y hay que ser miserable para echar al compañero, tirarlo al agua, para que se ahogue.

Pienso también en aquellos episodios de la España negra, en la que habían envenenadoras de maridos, hijos y de quien se pusiera por delante.


¡Dios… cómo me gustaría poder cambiar esto!



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