El Sueño del Milano...

De Leonardo Da Vinci se ha escrito mucho y se ha especulado más. Algunas historias con fundamento, otras no. La que voy a contar ahora es una mera interpretación de un sueño que tuvo, siendo casi un bebé. Ese sueño fue trasladado por Leonardo a una de sus innumerables notas y el investigador resultó atrapado por ella. Está comprobado que dicho sueño le quedó tan grabado al artista, que tuvo la necesidad de narrarlo, ya en edad adulta. Tampoco se sabe a ciencia cierta si fue realmente un sueño u ocurrió en realidad.

Estaba Leonardo en su cunita, en una tarde cálida de la Toscana, cuando, de repente, se le posó un milano sobre su pecho, de tal forma que con la cola golpeaba en la boca, dándole pequeños toquecitos. Esto lo recuerda Leonardo con una mezcla de terror infantil y fascinación, al ver a ese ser enorme y desconocido tan cerca de él, puesto que no sabía si le haría daño o sería inofensivo.

Las interpretaciones posteriores son varias. Se cree que a raíz de este sueño, Leonardo se apasionó por las aves, de manera que en sus tratados se han recopilado numerosos dibujos y estudios sobre ellas, su anatomía, plumaje, trayectorias de vuelo, etc. Otra interpretación más freudiana está relacionada con el complejo de Edipo y con el amor a la madre. Así, esos golpes en la boca, simbolizarían el deseo de ser amamantado. La última y más fascinante para mí es que, la visión de ese sueño fue plasmada en uno de sus cuadros: La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana. En este cuadro, en la túnica que envuelve a Santa Ana, que está sujetando al niño, se puede ver, con un poco de imaginación la figura de un milano, con la cola tocando la boca del niño (el brazo de la santa cubierto con la túnica). La cabeza sería la parte que se esconde tras la espalda de Santa Ana y una de sus alas sería la pierna y el pie. Esta ropa está coloreada en un tono verde azulado.

Es una historia realmente bella, que refleja el poder de los sentidos.