domingo, 29 de enero de 2012

Soledades Compartidas...




Era una veraniega noche de insomnio como otra cualquiera. Salí a la terraza… de madrugada… la ciudad en silencio, dormida, oscuridad total, ni siquiera la luna iluminaba los tejados que se adivinan alrededor del patio de manzana. Pero aquella noche me fijé en un punto muy pequeño de luz. Comprendí que se trataba de un cigarrillo que se volvía incandescente con cada aspiración. Detrás había una sombra inmóvil… podría tratarse de un maniquí, a no ser por el hecho de que su cigarro se iluminaba. Permanecí un rato más, llenando mis pulmones con el frescor de aquellas horas, con el frescor de la noche, que aunque cálida, acusaba el ambiente húmedo de las zonas mediterráneas.


Atracción Sexual Genética...




El otro día vi un reportaje en TV1 que me llamó la atención por desconocer el tema. Se trata de atracción sexual genética. Se produce cuando hay una atracción física entre parientes cercanos como padres e hijos, hermanos y hermanas, principalmente. No tiene nada que ver con el incesto, aunque este tipo de relaciones están tipificadas como incestuosas.

 
Ocurre generalmente con los niños adoptados. Estos viven con la familia de adopción y cuando llegan a la edad adulta, sienten la necesidad de buscar a sus familiares biológicos. Es en ese momento cuando se produce la atracción sexual genética, en la que influyen varios factores: al no haber ningún vínculo afectivo entre la persona adoptada y la biológica, cuando se encuentran sienten una sensación de estar completos, que la persona encontrada es la media naranja. Al no haber ninguna relación anterior, sienten la necesidad de crear ese vínculo y como son adultos lo hacen de forma física.


Bovarismo o la mujer permanentemente insatisfecha






Bovarismo es la palabra que se utiliza para denominar una patología bastante más propia de la mujer, aunque bien podría contenerla un hombre. Consiste en una idealización de la realidad que produce frustración y ansiedad. El término lo introdujo a principios del S. XX el psicólogo francés Jules de Gaultier y hacía referencia a la novela de Gustave Flaubert “Madame Bovary”.



Cuando leí el significado y su relación psicológica con la mujer o el hombre, en un principio intenté analizar diferentes actitudes en las que mostramos dicha insatisfacción motivada por la idealización de una vida, de una persona, de un estado sensorial, etc. Pensé que habrá muchas personas que sufran esta patología crónica, pero también que, con seguridad, muchas mujeres la hemos padecido alguna vez.



Amante de la Belleza...





Soy de las personas que ama la belleza.

No la belleza física, no la belleza estereotipada, o la de la apariencia de moda, sino la belleza de las cosas sencillas, de lo imperceptible, de un objeto colocado estratégicamente sobre una mesa, de los colores dispuestos armónicamente, de las formas, de un aroma...


La belleza de los buenos sentimientos, de la delicadeza, de la imaginación, la belleza de la sensibilidad, de la emoción, de una palabra dicha en un momento oportuno, de lo imperfecto, la belleza de una mirada, de un gesto, de la amabilidad...

La belleza al descubrir poco a poco a una persona desconocida, la belleza del misterio, de la sorpresa, la belleza de la timidez, la del silencio, la belleza de las personas que tropiezan cien veces en la misma piedra; la de la tolerancia, la de la persona patosa, la del sonrojo...